Transición al Calzado Barefoot: Una Guía Integral sobre cómo hacer una transición existosa.

Transición al Calzado Barefoot: Una Guía Integral sobre cómo hacer una transición existosa.

Transición del calzado convencional al calzado barefoot. 

Los pies constituyen la base fundamental de nuestro cuerpo y representan el resultado de millones de años de evolución. Durante las últimas décadas, hemos confinado nuestros pies en zapatos que han afectado negativamente su forma y función natural, lo cual, a su vez, ha tenido repercusiones en los demás sistemas que dependen de la influencia de nuestros pies.

Entonces...¿Por qué no devolver la funcionalidad e importancia de nuestros pies pero adaptándonos a las exigencias modernas? Esta adaptación no implica vivir constantemente descalzos, sino más bien encontrar soluciones que se ajusten a nuestro entorno ambiental y contexto cultural actual.

El calzado barefoot nos ofrece esa posibilidad, por un lado, recuperamos su funcionalidad, su fuerza, su flexibilidad, y por otro, les protegemos de posibles daños del exterior sin alterar su movimiento natural.

 

Para empezar por el principio... Conceptos relacionados con el barefoot. 

1.Apoyo natural del pie:

  • El barefoot busca permitir que los pies funcionen de manera natural, sin interferencias de calzado rídigo, inflexible o estrecho. 
  • Al caminar o correr descalzo, los pies pueden adoptar su forma y posición natural, lo que ayuda a distribuir la presión de manera equilibrada.
  • El apoyo natural del pie promueve la salud del pie y la alineación adecuada del cuerpo, reduciendo el riesgo de lesiones.

 

2.Técnica de marcha:

  • Una técnica de marcha adecuada es esencial para evitar lesiones y aprovechar los beneficios del barefoot.
  • Se recomienda aterrizar con la parte media o delantera del pie en lugar del talón, lo que ayuda a absorber el impacto de manera más efectiva.
  • Mantén un ritmo de pasos suave y evita pasos largos o forzados.
  • Una postura erguida y una zancada relajada también contribuyen a una técnica de marcha saludable.

 

3.No todos los calzados son iguales.

  • Los zapatos minimalistas o barefoot deben ser flexibles, ligeros y con una suela delgada para permitir la sensibilidad natural del pie y que no interfiera en el movimiento de flexión natural de tu pie. 
  • Deben tener un espacio amplio para los dedos de los pies, permitiendo su movilidad y expansión.
  • No debe de tener tacón o diferencia de altura entre talón y antepie. 
  • Nuestro calzado barefoot aúna todas estas características por si quieres echarle un vistazo. 

 

Si ya has tomado la decisión de cambiar tus zapatos convencionales y empezar a utilizar calzado barefoot, es vital hacer una buena transición. 

Para disfrutar de esta nueva forma de caminar, correr, entrenar, etc... es muy IMPRESCINDIBLE hacer una adaptación progresiva, cautelosa y responsable. Ten en cuenta que es posible que lleves muchos años utilizando un calzado convencional que haya afectado a la estructura muscular de tus pies, por lo que ahora necesitas que tus pies vuelvan a retomar toda su fuerza y su forma natural de caminar, pero cambios rápidos y bruscos pueden generar lesiones y molestias innecesarias. 

 

Plan de transición gradual:

Consejos para empezar: 

  • Comienza andando descalzo/a en superficies suaves y seguras, como césped o arena, para ir acostumbrando tu pie. 
  • Empieza con sesiones cortas de 10 a 15 minutos descalzo y ve aumentando gradualmente.
  • Elige momentos del día cuando estés menos fatigado para practicar el barefoot.

 

Actividades recomendadas:

  • Descálzate: Comienza con caminar descalzo para familiarizarte con la sensación y fortalecer los pies.
  • Camina: Ponte el calzado barefoot para dar pequeños paseos, o para practicar alguna actividad fisica leve o moderada. Ve aumentando el tiempo que los utilizas a medida que veas que tus extremidades inferiores se acosumbran. 
  • Correr: Una vez que hayas ganado fuerza y confianza, puedes intentar correr distancias cortas.
  • Ejercicios: Incorpora ejercicios específicos para los pies y las piernas en tu rutina.

 

Rutina de transición:

  • Aumenta progresivamente el tiempo que pasas descalzo cada semana. La transición puede llevarte meses, no tengas prisa. 
  • Alterna entre calzado minimalista y descalzo para darle tiempo a tus pies para adaptarse.
  • Escucha a tu cuerpo y descansa si sientes molestias o dolor.

 

Es totalmente normal sentir molestias al principio.

 

Puede ser que sientas dolor en el tendón de Aquiles, en los tobillos, en la planta del pie... no abuses, hazlo muy progresivo, ten en cuenta que has "olvidado" la manera de caminar natural, la musculatura de tu pie estará debilitada y tus dedos carecerán de funcionalidad y fuerza individual, tu tendón de Aquiles puede que esté acortado, tus gemelos dormidos... Ahora todo nuestro cuerpo ha de volver a aprender a caminar y ese no es un proceso sencillo ni corto. Recuerda que todo en nuestro cuerpo está conectado y cada parte afecta a otras partes del cuerpo. Cualquier desequilibrio en los pies afecta al desequilibrio del resto del cuerpo.

Insistimos, hacer una transición correcta y paulatina a las zapatillas barefoot son el punto de partida para la adaptación adecuada de tus pies y tu cuerpo.

 

A continuación, nos gustaría recomendarte unos sencillos ejercicios que te ayudarán en este proceso de adaptación, permitiéndote fortalecer, movilizar y preparar tus pies para este nuevo cambio. Te ayudará mucho el hacer todos los ejercicios descalzos o con calzado barefoot.

 

Ejercita tus pies con estos consejos:

  • Moviliza y estira el pie: 

En este ejercicio te proponemos contraer el arco del pie presionando los dedos contra el suelo. Cuando lo realices tu pie debe contraerse en el centro y abombarse, revelando un arco. Mantén la contracción durante unos segundos y repetir varias veces.

  • Separa y alinea tus dedos:

Con esta práctica pretendemos que tus dedos ganen movilidad muscular, que puedas recuperar la sensibilidad nerviosa y que mejores el riego sanguíneo de la zona.

Entrelazar los dedos de las manos entre los dedos de los pies, mantener todo el tiempo que te resulte cómodo, al menos 30 segundos. Este ejercicio lo podrás hacer mejor ayudándote de los separadores o espaciadores de dedos, que de forma pasiva abrirán los dedos de tus pies mientras te ocupas de otras cosas. A medida que te acostumbres a ellos, puedes usarlos todo el día en tu calzado barefoot.

  • Toe- yoga

Con esta práctica de yoga para los dedos de los pies, podrás expandir, estirar y fortalecer los dedos de los pies

    • Levanta y extiende los dedos de los pies todo lo que puedas, irás ganando extensión y fuerza a medida que practiques.
    • Levanta solo el dedo gordo del pie mientras mantienes los demás hacia abajo y luego alterna (dedo gordo hacia abajo y los otros dedos hacia arriba).
    • Levanta cada dedo individualmente y luego bájalos uno por uno. Seguramente tendrás que concentrarte mucho para encontrar la señal que tu cerebro manda a tus músculos, pero seguro la recuperarás.

 

  • Relaja tu pie.

Con ayuda de una pelota de masaje, manteniéndola presionada y haciéndola rodar hacia adelante, hacia atrás y de lado a lado, lograremos romper el tejido denso, como aletargado y despertar las terminaciones nerviosas de nuestra planta del pie.

Te ayudará mucho pisar sobre una superficie con textura y baches, aliviarás la tensión, trabajarás los músculos y desensibilizarás las plantas de los pies. Te recomendamos utilizar las esterillas de reactivación, su superficie irregular estimula punto de acupresión en los pies, mejorando la circulación y produciendo gran alivio y beneficios para tu salud. 

  • Ejercicios de equilibrio: 

Nuestros pies son el eje del equilibrio de nuestro cuerpo, trabajar el equilibrio es fundamental y adquiere una gran importancia en nuestra calidad de vida, especialmente a medida que envejecemos.

  • Caminar sobre los talones o sobre las puntas de los pies

Este ejercicio consiste en caminar elevando los dedos de los pies, apoyando solo los talones o de puntillas.  Lo ideal es sin apoyo.

  • Balanceo con cambio de peso

Colócate de pie con las piernas ligeramente separadas. Balancéate hacia un lado, levanta la pierna del lado contrario del suelo (no hace falta elevarla demasiado) y deja todo el peso sobre un pie. A continuación, vuelve a la postura inicial y lleva el peso al lado contrario. Puedes hacer el ejercicio agarrado a una barandilla o pared hasta que puedas liberarte del apoyo.

  •  Caminar sobre una línea

Coloca en el suelo una cinta lisa. Puedes usar una banda elástica que, como tiene el ancho parecido al del pie, te puede servir de guía. Camina a lo largo de la cinta colocando un pie delante de otro. Pega el talón contra la puntera del pie de atrás. Camina erguido.

  • Equilibrio sobre una sola pierna

Cuando nos apoyamos sobre un solo pie, nuestros dedos se encogen y estiran según la acción muscular, nuestro pie oscila y la musculatura de la pierna estabiliza esa oscilación. 

 

Conclusión:

La transición al barefoot es un punto clave y crítico que toda persona debe de hacer antes de iniciarse en el barefoot. 

Escucha a tu cuerpo, él te dirá el ritmo que has de llevar en esta transición. 

Recuerda que la paciencia es clave en este proceso. Cada persona avanza a su propio ritmo, así que es fundamental respetar tus propios límites y progresar de manera constante. A medida que te familiarice con el barefoot, notarás mejoras en tu postura, equilibrio y resistencia física.

Si en algún momento experimentas dolor o molestias, no dudes en descansar o consultar a un profesional para recibir orientación adicional. La seguridad y el bienestar deben ser siempre una prioridad en tu viaje hacia el barefoot.

Por último, te animamos a que compartas tus experiencias y avances con nuestra comunidad barefoot. Al hacerlo, no solo podrás obtener apoyo y consejos valiosos, sino que también inspirarás a otros a emprender su propio camino hacia una vida más saludable y natural. 

 

¡Buena suerte en tu viaje hacia el barefoot!

 

 Esterilla de activación    Pelota de masaje   Zapatillas calcetín

 

 

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