¿Qué es el Drop en las Zapatillas?
El drop en las zapatillas se refiere a la diferencia de altura entre el talón y la parte delantera (antepié) del zapato. En términos simples, si una zapatilla tiene un drop de 10 mm, significa que el talón está 10 mm más elevado que el antepié. La mayoría de las zapatillas convencionales tienen un drop significativo, que suele oscilar entre 8 y 12 mm.
No debe confundirse con el tacón de los zapatos de vestir o moda; el drop es más sutil, aunque su impacto en la biomecánica del cuerpo puede ser significativo.
¿Cuál es el Propósito del Drop?
El concepto de drop surgió inicialmente en el diseño de calzado deportivo, especialmente en zapatillas para correr. La idea era ayudar a los corredores que tendían a aterrizar con el talón (una técnica de carrera común pero no ideal) a mitigar el impacto. Al elevar ligeramente el talón, se buscaba reducir el choque directo con el suelo y, supuestamente, prevenir lesiones como la fascitis plantar o la tendinitis de Aquiles.
Sin embargo, lo que comenzó como una herramienta para corregir una técnica de carrera incorrecta, rápidamente se extendió a casi todos los tipos de calzado deportivo. Con el tiempo, el uso del drop se amplió más allá de su propósito inicial. Hoy en día, el drop en muchos modelos de zapatillas no solo se justifica como una medida funcional, sino también como un elemento estético. La inclinación del pie que produce el drop puede hacer que la zapatilla tenga una apariencia "moderna", además da cierta altura a la persona que lo lleva y aumenta la "estilización de la pierna". Esto ha llevado a su inclusión en casi todas las zapatillas del mercado sin considerar las consecuencias para la salud.
Problemas Asociados con el Drop
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Alteración de la Postura Natural: El drop altera la alineación natural del cuerpo. Con el talón elevado, el cuerpo tiende a inclinarse hacia adelante, lo que fuerza a la pelvis y la columna vertebral a ajustar su postura para mantener el equilibrio. Este cambio en la postura puede generar tensiones en la zona lumbar, la cadera y las rodillas, aumentando el riesgo de dolores crónicos y lesiones.
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Redistribución Incorrecta del Peso: En una postura natural, el peso del cuerpo se distribuye uniformemente a través de todo el pie, con especial énfasis en la zona media (arco del pie) y los talones. Sin embargo, el drop desplaza el peso hacia los metatarsianos (parte delantera del pie), aumentando la presión sobre esta zona y llevando a posibles problemas como metatarsalgia o neuromas.
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Tendón de Aquiles y Músculos de la Pantorrilla: El uso constante de calzado con drop elevado mantiene el tendón de Aquiles en una posición acortada, lo que reduce su elasticidad con el tiempo. Esta falta de flexibilidad puede hacer que el tendón se vuelva más susceptible a lesiones, especialmente durante actividades que requieren una mayor extensión del pie, como correr o saltar.
Además, los músculos de la pantorrilla (gemelos) también se acortan por esta postura alterada, lo que no solo afecta la movilidad del tobillo, sino que también puede contribuir a una mayor tensión en el arco del pie y causar problemas en la fascia plantar.
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Menor Propriocepción y Control: La propriocepción es la capacidad del cuerpo para percibir su posición en el espacio. Un calzado con drop disminuye la conexión del pie con el suelo, lo que reduce la sensibilidad y el control que tenemos sobre nuestras pisadas. Esto puede aumentar el riesgo de torceduras y caídas, especialmente en terrenos irregulares.
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Compensaciones Musculares y Articulares: La inclinación del pie debido al drop crea desequilibrios musculares y articulares a lo largo de la cadena cinética. Las caderas, rodillas y tobillos deben compensar la postura alterada, lo que puede generar patrones de movimiento incorrectos y llevar a una sobrecarga en ciertas articulaciones, aumentando el riesgo de lesiones como la tendinitis rotuliana, la periostitis tibial o la sobrecarga del tensor de la fascia lata.
Lo preocupante es que hoy en día, el drop a menudo se incorpora en el diseño de zapatillas por razones estéticas más que funcionales. Muchos fabricantes han adoptado el drop como una característica estándar, sin considerar cómo afecta la salud del usuario. Esto significa que incluso las personas que no corren de manera regular, o que tienen una técnica de carrera correcta, están utilizando calzado que altera su postura y movimiento natural, todo por el aspecto "moderno" del zapato.
En ROOTS BAREFOOT, creemos en la importancia de respetar la anatomía y biomecánica natural del cuerpo. Por eso, defendemos un enfoque más natural hacia el calzado, libre de drop. El calzado sin drop, conocido como barefoot o minimalista, permite que el pie mantenga su postura y funcionalidad natural. Esto promueve una alineación adecuada del cuerpo, una distribución equilibrada del peso y un fortalecimiento progresivo de los músculos del pie.
Adoptar el barefoot no solo mejora la postura y el equilibrio, sino que también permite reconectar con la forma en que el cuerpo humano fue diseñado para moverse. Al liberar tus pies del drop, eliges un camino hacia una mayor salud y bienestar.
Conclusión
El drop en las zapatillas, aunque nació con buenas intenciones, ha evolucionado hasta convertirse en un estándar que muchas veces es más estético que funcional. Esta evolución ha tenido múltiples efectos negativos en la biomecánica del cuerpo, desde la alteración de la postura hasta la reducción de la propriocepción. Optar por un calzado sin drop, como el de ROOTS BAREFOOT, es un paso hacia una pisada más natural, saludable y equilibrada.
Si estás listo para experimentar los beneficios de una pisada natural, te invitamos a explorar nuestra colección de calzado barefoot en ROOTS BAREFOOT. ¡Es hora de liberar tus pies del drop y permitir que tu cuerpo se mueva de forma natural!